La ciudad de Maracaibo, la segunda ciudad más extensa de Venezuela, cuenta con una población de 400.000 habitantes. Su rápido crecimiento ha superado las estructuras de la sanidad pública, lo que ha afectado especialmente a aquellos habitantes con un nivel económico más bajo. El resultado de este fenómeno ha sido un desplazamiento de los recursos médicos disponibles hacia los servicios de asistencia curativa en detrimento de los programas preventivos de salud.
El Programa Clínicas Móviles, iniciado en septiembre de 1993, fue concebido como proveedor de servicios primarios, promueve, a través de sus unidades móviles, una transformación de la atención sanitaria a base de procesos de educación y de programas preventivos. La población a la que está destinado este nuevo servicio son aquellos grupos emplazados en comunidades periféricas que no cuentan con los servicios públicos más elementales, y mucho menos con facilidades médicas.