Paliativos contra el dolor sordo
La actividad y la rehabilitación elevan la calidad de vida del enfermo terminal - Hay 417 unidades especializadas, pero faltan 200 para cubrir las necesidades
MARÍA R. SAHUQUILLO - Madrid - 02/03/2010
La ocupante de la habitación del fondo ha fallecido. Manuela García se lo comenta a su hijo. Apoyada en el marco de la puerta de la alcoba de su esposo, observa a una familia que camina hacia el ascensor. Les conoce de charlar por los pasillos. De compartir algún que otro café de la máquina o una tila en la cafetería. García lleva meses pateando los suelos de mármol del Hospital San Camilo de Tres Cantos. Su marido, Pablo, está allí ingresado. Ambos han visto ya a varias familias despedirse y coger ese mismo ascensor. En el San Camilo la muerte se respira día a día. Se vive con ella. Este centro de cuidados paliativos tiene una cuarentena de pacientes. Y otros tantos en espera.
Allí se atiende a enfermos en la última etapa de su vida. La mayoría preferiría estar en casa. Pero no es posible. La atención a enfermos terminales en España no da abasto. Sobre todo a domicilio. La mayoría de los pacientes que vive en el San Camilo llevaba meses en lista de espera. En todo el país sólo hay 417 servicios específicos de paliativos. Son el doble que hace cinco años, pero todavía resultan insuficientes. Y una parte de ese aumento se debe a iniciativas concertadas y subvencionadas como la del San Camilo, en el que participa La Caixa. Un dato más de esas carencias: sólo 143 de los servicios son equipos de soporte domiciliario. Ver más...
2/03/2010
El País
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